La autora de la idea Marianne de Groot-Pons decidió favorecer el desarrollo de plantas melíferas para constribuir al mantenimiento de las abejas, creando una mascarilla 100% biodegradable con semillas de flores en su interior preparadas para ser plantadas tras su deshecho.
Ante tanta mascarilla volando por los aires y nadando por los mares, Marianne apostó por un cubrebocas respetuoso con el medio ambiente, y no solo eso sino que se verán favorecidas las poblaciones apícolas de la zona donde se desechen y planten.
El material de su novedoso invento biodegradable es papel de arroz cargado con semillas de flores. Los cordones de lana están hechos de vellón de oveja sin adulterar, procedente de ovejas que Marie Bee Bloom acarició por sí misma (lrevisada, hilada, trenzada y lavada una vez), por lo que puede ocurrir que a veces se vea un trocito de césped. En el caso de que seas hipersensible al vellón, hay una variante con cordón de rafia accesible a petición.
Pero, ¿cómo se mantienen esas cuerdas unidas a la mascarilla? Utilizando un pegamento fabricado con la fécula de patata y agua. Además Marianne también aseguró que hasta la tinta del logotipo escalonado es biodegradable.
Para obtener los mejores resultados, estos cubrebocas deben colocarse bajo tierra en el jardín en una simple maceta. Por supuesto, puedes tirarlos a la basura y que se biodegraden en un vertedero en algún lugar, sin embargo, para recibir realmente las recompensas y aprovechar estas cubiertas notables, para ti, para las abejas y diferentes polinizadores, es mucho mejor plantarlos en algún lugar en el que las flores pueden prosperar.