HISTORIA DE LA
JALEA REAL
El
descubrimiento de la Jalea Real podemos datarlo en 1933, cuando un
premio Nóbel alemán, el Dr. F. Bergius, fue encargado de hacer un análisis de
la Jalea, hallándola tan compleja que abandonó la investigación.
Posteriormente,
quiso probarla él mismo y obtuvo como resultado un gran dinamismo y una especie
de regreso a su potencia sexual (tenía cincuenta años) produciendo un gran
estupor entre sus amigos y compañeros, y creemos en su afortunada compañera
sexual.
En 1938, M.
Boyer de Belvefer realizó un estudio científico y metódico sobre la Jalea,
durante años la administró a perros, cerdos y gatos, en un intento de averiguar
si existía un efecto placebo sobre los humanos. El resultado fue que sus
animales de experimentación se volvieron más vivaces y enérgicos con respecto a
sus compañeros no experimentales. También quiso entonces probarla en su familia
y en sí mismo, consiguiendo los mismos resultados.
Pero el conocimiento popular de la Jalea comenzó
cuando el Papa Pío XII tomó durante algunos días un extracto de Jalea recetado
por el Dr. Galeazzi, produciéndole un rápido efecto restaurador y fortalecedor.
La noticia saltó
enseguida a la
prensa: el Papa debilitado cobraba energías nuevas, y se empezó a comercializar
en todo el mundo con un gran éxito.
ORIGEN DE LA
JALEA REAL
La Jalea
Real es una sustancia segregada por las glándulas hipofaríngeas de la
cabeza de abejas obreras jóvenes, de entre 5 y 15 días, que mezcla con
secreciones estomacales y que sirve de alimento a todas las larvas durante los
primeros tres días. Sólo la abeja reina y las larvas de celdas reales que darán
origen a una nueva reina son alimentadas con Jalea Real.
Es una masa
viscosa de un suave color amarillo y sabor ácido, la Jalea Real mezclada
con miel es una forma de presentación poco extendida, pero a nuestro juicio la
más adecuada, ya que por lo menos es similar a como la encontramos dentro de
las colmenas.
La Jalea
Real, que en esencia es un alimento casi exclusivo para la reina, sirve, no
obstante, durante los tres primeros días de la salida de las larvas, para
alimentarlas, ya que su riqueza en nutrientes es tan completa como la leche de
vaca para los terneros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario