Para estudiar
las mortandades invernales de colmenas hemos realizado una encuesta a 36
apicultores, propietarios de un total de 11864 colmenas.
Se les ha
preguntado el número de colmenas censadas, los tratamientos efectuados contra
varroa, sus observaciones sobre eficacia de los mismos, las trashumancias
efectuadas, las alimentaciones otoñales suministradas, indicaciones sobre la orientación
de sus colmenas, y número de bajas detectadas así como las observaciones sobre
las carencias detectadas en las colmenas muertas.
El 47,2% de
los apicultores encuestados tenían menos de 200 colmenas; el 30,5% manejaban
entre 201 y 1000 colmenas; y solamente el 5,5% eran profesionales que
gestionaban más de 1001 colmenas.
RESULTADOS:
Los
tratamientos realizados contra varroa han resultado eficaces.
75% de los
apicultores declaran que alimentan a sus colmenas principalmente en otoño e
invierno; el 44% con productos presentes en el mercado y el 55% con productos
artesanos fabricados por ellos mismos.
El 50% de los
apicultores declaran bajas inferiores al 12% que se pueden considerar normales
dentro de la época invernal. El 19,4% declaran mortandades entre el 12 y 29%. Y
el 11,1% declaran mortandades del 30 al 40%. Las mortandades más altas se dan
en el grupo de apicultores de entre 201 y 1000 colmenas.
Las carencias
detectadas en las colmenas muertas han sido:
·
Falta de cría, miel y polen 38,9%
·
Falta de cría y polen 8,3%
·
Falta de cría 22,2%
·
Falta de miel 2,8%
·
Falta de polen 2,8%
Si se separan
las carencias detectadas en las colmenas muertas, la ausencia de cría figura en
primer lugar, con presencia en el 69,4% de las bajas.
CONCLUSION
Las colmenas
que dejan antes de criar tienen menos probabilidades de aguantar el invierno
que alas que mantiene cría durante más tiempo. La falta de polen es la segunda
causa en importancia detectada en el 50% de las colmenas muertas.