La feromona
de la cría, es un compuesto complejo formado por unos 10 esteres de ácidos
grasos. Entre las funciones de esta feromona está estimular a las abejas
pecoreadoras en búsqueda de polen.
El adecuado
uso de esta feromona puede tener efectos en el manejo de la colmena cara a
aumentar la producción de polen por colmena. Y, en otoño, cara a obtener
reservas y una generación de abejas jóvenes que garanticen la supervivencia invernal,
minimizando las pérdidas de colonias derivadas del despoblamiento de las
colmenas.
Durante los
años 2013 y 2014 se han desarrollado dos experiencias en apiarios de Salamanca
y Cáceres, una de las mayores zonas de producción de polen de Europa.
En la zona de
estudio, se produce una elevada mortandad otoñal e invernal debida, entre otras
causas a factores nutricionales derivados del agotamiento de las colmenas en
las cosechas de otoño de mielato de encinas, sin aporte de polen, y del exceso
de carga ganadera. Esta ausencia de polen no permite generar una masa adecuada
de abeja joven para sobrevivir los meses siguientes.
La feromona
de la cría usada en concentraciones adecuadas, produce un interesante
incremento en la producción de polen. Así en la experiencia llevada a cabo
durante los meses de abril y mayo del 2014, hemos obtenido unos rendimientos de
236 kg del grupo tratado con feromona (media 9,44kg/colmena, n=25) frente a los
181,1 kg del grupo control (media 7,24Kg/colmena, n=25) Esto supone un
incremente en la producción del 30,31% de un producto altamente cotizado en el
mercado.
Por otro
lado, el aumento de las reservas de polen y del área de cría, abre un campo
interesante de manejo para obtener una generación de abejas jóvenes capaces de
sobrevivir en el otoño e invierno, paliándose los efectos del despoblamiento de
colmenas.
Fuente: Laboratorios Apinevada SL. Fco. José Orantes Bermejo y Antonio Gómez Pajuelo
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