TEST DE VARROA CON AZUCAR EN POLVO.


Material necesario:


-       Un tarro de cristal aprox. 500 mg o ½ kg de miel.

-       Tapa modificada con una malla de 3,5mm de agujero

-       Azúcar en polvo o azúcar glass

-       Recipiente blanco tipo tupper

-       Agua


Se cogen en el bote aprox. 300 abejas, intentando no coger la reina y se espolvorea el azúcar por el bote con ellas dentro.

Se deja el bote cerrado con la tapa-malla durante aproximadamente 2 minutos.


Colocamos un dedo de agua o algo más en el recipiente blanco.

Posteriormente, sacudimos el bote hacia el agua cayendo el azúcar y disolviéndose y quedando la varroa flotando en el agua, la cual se verá perfectamente al ser el recipiente blanco.

En cada colmenar haremos la prueba en el 10% de las colmenas, es decir, en un colmenar de 80 colmenas realizaremos la prueba aleatoriamente en 8 colmenas.

El número de varroas que salgan se divide entre 3 y ese será el nivel de infestación que tenemos. Con un nivel de infestación mayor del 5% la colmena ya tiene daños.

Si en el mes de junio el nivel de varroa alcanza el 2% deberemos tratar inmediatamente.

La cantidad de varroa se duplica o triplica en tan solo un mes y ese 2% nos dará al cabo del mes un 6%.

En el video podemos ver una demostración del método:
Youtube: Monitorización de Varroa con Azucar Glass

Las abejas prefieren néctar con pesticidas


Un experimento muestra que los insectos polinizadores prefieren néctar con dos de los tres principales pesticidas modernos

El genocidio de las abejas es todo un rompecabezas para la ciencia. Entre sus posibles culpables están hongos, virus y parásitos de los propios insectos polinizadores, la menor diversidad de flores de la agricultura moderna, el calentamiento global o pesticidas modernos como los neonicotinoides. Ahora, un doble estudio ha encontrado nuevas pruebas contra éstos últimos: las abejas prefieren el néctar con dos de los neonicotinoides más usados. Y, con el otro, los abejorros no crean nuevas colmenas.

Los neonicotinoides son toda una maravilla de la química moderna (ver apoyo). Basados en una compleja reformulación de la nicotina, por su mecanismo de acción, su inocuidad para los mamíferos o su aparente capacidad para discriminar entre insectos malos y buenos para la planta, se habían convertido en la gran promesa de la agricultura prolífica pero sostenible. Sin embargo, la acumulación de estudios llevó a la Unión Europea a prohibirlos en 2013, moratoria que tiene que revisar a final de año. Este plazo ha hecho que los investigadores se afanen en estudiar cómo afectan estos pesticidas a los polinizadores.

Las abejas y abejorros alimentados con sacarosa y pesticida tienden a comer menos

Esta semana, la revista Nature ofrece nuevos argumentos para que la moratoria pase de temporal a definitiva. Dos estudios, uno de campo y el otro en laboratorio, muestran la conflictiva relación entre neonicotinoides y abejas. Los resultados del segundo son los más impactantes: como los humanos con el tabaco, las abejas y abejorros prefieren el néctar que contiene estos pesticidas tan sofisticados, y eso que no le sacan sabor.

 "La nicotina afecta a ciertos receptores neuronales del cerebro humano, y este es uno de los mecanismos que la hace adictiva para los fumadores", recuerda la coautora de este estudio, Geraldine Wright. "La diana molecular de los neonicotinoides en los insectos son esos mismos receptores. Sabemos que están distribuidos por todo el sistema nervioso del insecto".

Wright y sus compañerxs realizaron una serie de experimentos con abejorros y abejas melíferas que desmontan algunas de las virtudes de los neonicotinoides. Varios estudios han sostenido que estos insectos evitan el néctar y polen de plantas tratadas con estos pesticidas. En sus ensayos, colocaron a los abejorros y las abejas en cajas durante 24 horas. Cada caja tenía tres tubos. Uno llevaba a una solución a base de agua. Otro a una basada en sacarosa, como ingrediente básico del polen y del néctar. En el otro tubo probaron diferentes dosis de los tres neonicotinoides más usados: clotianidina, tiametoxam e imidacloprid.
Formula Química Imadacloprid






 


“La 'Osmia bicornis' es una abeja solitaria que, en los campos de colza tratada con pesticida, cuida menos las celdas y tiene menos crías”

Salvo en el caso de las soluciones con clotianidina, en el resto, los insectos preferían libar de las que contenían los otros dos neonicotinoides en vez de hartarse de sacarosa. Y eso que ajustaron la dosis de pesticida a las observadas en entornos reales. Más sorprendente aún fue comprobar que, comparados con los de las cajas de control (que solo tenían agua o azúcares), los insectos con pesticida a su alcance tendían a comer mucho menos, como si les saciara más el pesticida.

En una segunda fase, los investigadores se centraron en la química de este fenómeno. Querían saber si las soluciones con pesticida les gustaban más a las abejas y los abejorros. En realidad lo que buscaban era si los insectos, como estudios anteriores han sugerido para otras especies, evitan los neonicotinoides. Los animales con probóscide detectan los nutrientes gracias a unas neuronas gustativas que tienen en este apéndice, la mayoría de las veces extensible y retráctil, que les permite llegar a lo más escondido de la flor. Comprobaron que, en presencia de pesticidas, la probóscide no se retraía. También vieron que sus neuronas gustativas se excitaban ante la solución con alguno de los tres neonicotinoides.

“Nuestros datos sugieren que la comida con neonicotinoides es más gratificante para las abejas. Tiene el potencial de ser adictivo. La comparación con el efecto de la nicotina del tabaco en humanos es inevitable.", afirma la autora de uno de los estudios.