Estudios han descubierto el mecanismo mediante el cual una abeja se
convierte en reina en lugar de obrera. La proteína 57-kDa, que se encuentra en
la jalea real es la protagonista de esta selección. Una larva de abeja hembra
(Apis mellífera) puede convertirse tanto en una obrera estéril como en una
reina, una abeja fértil, con un cuerpo más largo que las obreras, una evolución
más rápida, una vida mucho más larga, pone huevos fecundados de donde salen las
hembras (Obreras) y no fecundados para los machos (Zánganos)
El nutriente en la jalea real que da lugar a la diferenciación entre
las abejas obreras y la reina es la proteína 57-kDa. Los científicos sabían ya
que el dimorfismo de las abejas hembra se basa en el consumo de jalea real, nutriente
segregado por las obreras, y que no
depende de diferencias genéticas, pero el ingrediente activo y el mecanismo
que guía el desarrollo de las abejas reina no se conocía hasta ahora en
profundidad.
El grupo dirigido por el científico de la Universidad de Toyama
(Japón) Masaki Kamakura constató, mediante experimentos, cómo la proteína
57-kDa activa la quinasa p70 S6 e incrementa la actividad de la quinasa MAP. Los
investigadores creen que la quinasa p70 S6 es responsable del aumento del
tamaño del cuerpo de la abeja reina, mientras que la quinasa MAP causa la
aceleración en su desarrollo.
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