Uno de los
principales fabricantes de miel chino ha sido acusado de enriquecer uno de sus
productos estrella con amapolas en lugar de "polen especial" tal y
como asegura el etiquetado. Los análisis parecen dar la razón a los
denunciantes, porque se ha confirmado que la miel contiene trazas de morfina y
codeína.
Según
informa la agencia oficial "Xinhua", la compañía Wangs Bee Garden,
una de las mayores del sector, ha sido denunciada por un beijinés, apellidado
Shan, que exige que le aclaren qué es lo que lleva exactamente la miel
"polen de abeja especial", ya que la etiqueta sólo habla de
"polen especial" y en varios foros de internet se asegura que lo que
contiene sus sustancias no permitidas.
En uno de
estos foros (que se han convertido en los últimos tiempos en China en
importante fuente de rumores, pero también de noticias) un jubilado denunciaba
recientemente que había sufrido dolores abdominales y vómitos tras consumir el
producto. El hombre agregaba que un amigo apicultor le había comentado que no
sufría una alergia, como él creía, sino que, simplemente, el polen especial era
una combinación de ingredientes ilegales.
La empresa
se ha apresurado a negar las acusaciones. "Es imposible. Todo el mundo
sabe que las amapolas y sus derivados están prohibidos en el mercado", ha
asegurado la portavoz, que ha argumentado, no sin cierta razón, que, de ser
ciertas las afirmaciones, se habrían arruinado hace tiempo. La miel es más cara
que la media (46 yuanes, 4,4 euros), pero no da para tanto, aduce.
Sin
embargo, los resultados de las pruebas realizadas por un laboratorio a petición
de una mujer, habitante de Chengdu (centro) que consumió la miel y comenzó a
sentir malestar y somnolencia, han confirmado que en la miel hay algo turbio y
han causado que todos los supermercados de la ciudad hayan retirado el producto
de sus estanterías, según el Chengdu Commercial Daily.
La calidad
de la miel china (así como de otros numerosos productos alimentarios del país)
ha sido puesta en entredicho en más de una ocasión. A principios de 2002 las
importaciones de este producto a la UE fueron prohibidas, tras detectarse en él
restos de antibióticos. El veto se retiró dos años y medio más tarde.