La miel se ha utilizado como adyuvante para acelerar la cicatrización
de heridas en úlceras, heridas infectadas y quemaduras. También se ha
utilizado para almacenar injertos de piel. En 1933, Philips mencionó el
uso de miel en las quemaduras y lo describió como el mejor apósito
natural. En 1937, Voigtlander, usó miel para tratar escaldaduras y
enfatizó el alivio del dolor y la acción calmante de la miel.
Los estudios en modelos animales han demostrado que la
miel conduce a una curación más rápida y una inflamación reducida que no aplicar nada en quemaduras superficiales libres de infección y heridas
de espesor total y en heridas infectadas experimentalmente con
Staphylococcus aureus.
Hay informes de casos que describen heridas por quemaduras que no
responden al tratamiento convencional y que luego sanó cuando se usaron vendajes
de miel.
Los ensayos clínicos controlados aleatorios prospectivos han
demostrado que el tratamiento con miel conduce a una curación
significativamente más rápida de las quemaduras de espesor parcial y
superficial que la lograda con sulfadiazina de plata, película de
poliuretano, membrana amniótica y piel de papa.
Sin embargo, en quemaduras de espesor total, se descubrió que la
escisión tangencial temprana y el injerto de piel eran superiores al
vendaje de miel.
En las quemaduras superficiales y de espesor parcial, el
tratamiento con miel de las quemaduras ha resultado en un control
efectivo de la infección que es mucho mejor que el logrado con el
tratamiento estándar actual, la sulfadiazina de plata y otras
sustancias.
La lesión térmica es una lesión oxidativa. Hay una mayor actividad de
radicales libres en el sitio, lo que resulta en un aumento de la
peroxidación lipídica, que es responsable de la formación de cicatrices y
contracturas.
En las quemaduras, la aplicación temprana de la miel limpia los
radicales libres y reduce tales cicatrices y contracturas. Esto también
puede explicar la reducción de la despigmentación después del
tratamiento con miel en comparación con la sulfadiazina de plata y otros
métodos de tratamiento.
Se ha demostrado que la disminución del dolor durante los cambios de
apósito, la disminución de la inflamación y la promoción de una
granulación saludable son beneficios adicionales de la miel.
Los hisopos de heridas tomados antes y después del tratamiento con
miel y el tratamiento convencional han mostrado tasas significativamente
reducidas de infección, lo que indica que la miel esteriliza las
heridas y promueve la granulación temprana.
Los componentes y características de la miel que son
relevantes para la cicatrización de heridas son los siguientes:
viscosidad, contenido de agua, azúcares (principalmente glucosa y
fructosa), antioxidantes, una amplia gama de aminoácidos, vitaminas y
minerales, glucosa oxidasa, que produce peróxido de hidrógeno, y ácido
glucónico, que le da a la miel un pH ácido de 3.2 a 4.5.
El peróxido de hidrógeno se produce solo cuando la miel se diluye, ya
que la glucosa oxidasa se inhibe en la miel sin diluir; esto
proporciona la mayor parte de la actividad antibacteriana de la miel
diluida (en la miel sin diluir, la alta osmolaridad previene el
crecimiento bacteriano) y mejora la nutrición local, debido a la
levulosa y la fructosa .
Esto da como resultado una curación
temprana de la herida y una disminución de la estancia hospitalaria, lo
que contribuye a la rentabilidad del tratamiento con miel. La miel es
barata, no tóxica y no alergénica, no se adhiere a la herida y
proporciona un ambiente húmedo propicio para la rápida cicatrización de
las quemaduras
¿En que tipo de heridas podemos aplicar miel?
La miel de abeja es especialmente útil en heridas abiertas como las que ocurren luego de un corte, en las heridas posquirúrgicas o en las úlceras varicosas o por presión. La miel de abejas es útil para:
- Reducir el tiempo necesario para la curación
- Tratar o prevenir una infección en la herida
- Facilitar la recuperación de los tejidos y mejorar el resultado estético de la herida
Son varios los mecanismos a través de los cuales se explica la utilidad de la miel de abejas en estos casos:
- Antibiótico : ejerce un efecto antibiótico directo sobre las bacterias y hongos evitando su crecimiento y destruyéndolos.
- Estimulación inmunológica. En contacto con la herida la miel de abejas estimula el funcionamiento de las células del sistema inmunológico (“defensas”) favoreciendo su actividad.
- Riego sanguíneo: incrementa el riego sanguíneo en la herida facilitando su curación.
- Factores de crecimiento: estimula la producción de factores de crecimiento necesarios para la recuperación del tejido perdido.
Señales de alarma y otras recomendaciones
Tenga en cuenta, en todo caso y siempre, estas recomendaciones y señales que implican la necesidad de evaluación médica urgente:
- Sangrado persistente en la herida.
- Si tiene una herida sobre la cual no se conoce la profundidad en el abdomen, tórax, ojo o cuello.
- Aparición de fiebre mayor a 38 grados.
- La herida emite pus o comienza a oler mal.
- Dolor extremo en la herida.
Recomendaciones para curar con miel las heridas
- Si se trata de una herida extensa busque la valoración del médico. En estos casos se requiere la colocación de sutura para mejorar la recuperación tisular.
- Incluso si la herida no es extensa pero se sospecha profunda, el desarrollo de adormecimiento en las extremidades, imposibilidad para el movimiento, calambres o pérdida de la movilidad se requiere la valoración médica. Es posible que estructuras como tendones, músculos y nervios se encuentren comprometidas.
- En primer lugar lave la herida con abundante agua. En caso de existir sangrado abundante conviene hacer presión con una gasa. Si se trata de una úlcera por presión o varicosa solo de correr el agua para evitar la pérdida del tejido de regeneración que comienza a formarse.
- Aplique la miel sobre la herida, una forma de hacerlo es utilizando una jeringa sin aguja de tal manera que se cubra toda la herida con ella. Utilice la miel hasta que la herida esté completamente cerrada. No es necesario lavar después de la aplicación. Haga esto cada 12 horas.
- Siempre revise que la miel de abejas que utilice sea pura y sin adulterar. En efecto si se trata de una miel falsa el desenlace terapéutico no se logra.
¿Cómo usar la miel?
En quemaduras leves, se recomienda
verter agua del grifo inmediatamente sobre las quemaduras, ya que esto
reduce la temperatura. Luego, se puede aplicar miel. Dependiendo del
área, se puede aplicar directamente sobre la herida
quemada o empaparse en una gasa antes de la aplicación.
Se aplican apósitos secundarios oclusivos o
absorbentes para evitar que la miel se filtre, y la frecuencia de los
cambios de apósito depende de la rapidez con la que el exudado diluye la
miel, que disminuye a medida que avanza el tratamiento.
Fuente: Ecocolmena.com